El próximo lunes 26 de enero se pone a la venta Tonight, el tercer álbum de Franz Ferdinand . Se trata, sin duda, de un regreso muy esperado, ya que han pasado casi cinco años desde que publicaron You could have it so much better. Durante este paréntesis, el grupo ha tenido tiempo para hacer prácticamente de todo: Alex Kapranos ha publicado un libro, Sound bites, en el que hace una particular crónica gastronómica y Bob Hardy, incluso se ha dedicado a dirigir y a ilustrar.
Las canciones de este disco se han fraguado en directo: «según escribíamos las canciones, las tocábamos en directo – pero no en grandes estadios, sino en pequeños sótanos de bares y clubs, dejando que corriere de boca a boca y dejando que las canciones pudiesen morir si era necesario», cuenta el grupo.
El resultado es un álbum irregular y con un sonido bastante heterogéneo, que tal vez sorprenderá ligeramente a sus fans (si bien resulta improbable que se sientan decepcionados).
El álbum se abre con Ulysses, un hit potencial que recuerda a los mejores Franz Ferdinand , a los mismos que conquistaron a medio mundo con Take me out. Sin embargo, patinan con Lucid dreams, que empieza como una canción más del grupo y que termina siendo un tema de electrónica pura y dura (y poco acertada). En Dream again se acercan a la psicodelia, y tampoco resultan demasiado convincentes. Turn it on y No you girls apuesta por la fórmula ganadora del grupo, combinando sintetizadores, guitarras y ritmos sencillos, pero tampoco deslumbran. El disco se cierra con la balada Katherine kiss me, la única del disco (y algo, por otra parte, poco habitual en el grupo).
No es, ni de lejos, su mejor trabajo. Tonight es el álbum de un grupo que intenta, con suerte irregular, explorar nuevos sonidos. Grabado en Glasgow, en los estudios Chemikal Underground, el disco está producido por Paul Savage (batería de Delgados).