'Manos de Topo es un proyecto de gente seria y elegante. Suaves melodías de pt-pop cercanas a la canción romántica'. Así se autodefine esta banda de Sabadell, Menorca y Vigo, con sede en Barcelona que acaba de sacar su álbum de debut Ortopedias bonitas. Se podrán decir muchas cosas sobre este disco pero una sí es cierta: si te cautiva desde un principio no podrás dejar de escucharlo pero, de no ser así, es muy probable que tu paciencia se agote rápidamente ante tal peculiar estilo vocal.
En mi opinión y hasta la fecha, Manos de Topo constituye la propuesta más interesante y ambiciosa del año -en lo que a pop autóctono se refiere-. Cuando oigo cantar a M.A. no puedo evitar recordar a Robert Smith cayendo por el acantilado hacia el mar, encerrado en el armario de Close to me. Ante tal evocación (sí, lo admito, muy personal) no me queda más remedio que rendirme a la evidencia y asumir que desde la primera escucha me han atrapado. Entiendo además que dicha alusión constituirá para ellos un gran halago -no en vano The Cure cuenta entre sus principales influencias-.
Por otra parte, es innegable su característico gran estilo. Aunque en un primer momento su singular personalidad vocal sea lo más llamativo, Manos de Topo son mucho más: buenas letras, a caballo entre lo mudano y lo lírico, acompañadas de miniaturas melódicas elaboradas con instrumentos tan idílicos y pueriles como el xilófono, la armónica o el Casio Pt-1. Y son precisamente esas melodías las que hacen de esta banda y de este álbum una de las mejores propuestas de pop sin complejos, sin ataduras ni clichés, que oigo en mucho tiempo. Un dechado de melodías que se aprehenden y se palpan a primera vista.
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