Este No Line on the Horizon me parece, pese a un manifiesto intento de la banda por cambiar de estilo, un poco más de lo mismo, en la línea que ya marcaron sus 2 últimos álbumes, All That You Can't Leave Behind (2000) y How to Dismantle an Atomic Bomb (2004). Tras 5 años de descanso esperaba algo más, quizás un nuevo giro, un nuevo conejo sacado de la chistera del que solía ser un gran mago, el polifacético Bono. Hoy por hoy, U2 se me antojan una banda sin un horizonte musical definido, que trata de dar una vuelta de tuerca a su monótono sonido sin éxito y, lo que es peor, sin un objetivo claro.
Pese a todo, cabría destacar 2 puntos:
1.- Es innegable la capacidad de este grupo para generar grandes expectativas y enormes espectáculos, y es que sus directos siguen siendo de lo más exagerado del panorama actual. Todo ello se traduce naturalmente en records de ventas, discos de platino y una producción ingente de ingresos. En fin, en eso consiste el juego de la actual industria discográfica.
2.- U2 siguen siendo U2 y como dicen por ahí, quien tuvo retuvo. Eso significa que, por supuesto, mantienen un nivel muy digno si tenemos en cuenta otros productos de los que se ven hoy en día y que van dirigidos a la gran mayoría.
Seguiré esperando el regreso de los mejores U2. Seguro que llegará.
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