No es posible ¿Qué estoy escuchando? ¿Qué son esos poderosos ritmos que llegan a mis oidos? Sí, por fin. el temazo que hace tiempo esperaba: es The Ground, uno de los impresionantes himnos ochenteros que guarda el disco debut de Mendet, el homónimo Mendetz (Sinnamon Records, 2006). Con su particular sonido "Casio-punk" (como ellos mismos aseguran) por bandera, estos 4 chicos de Barcelona hace tiempo que están rompiendo esquemas. Sin duda es, para mí, el disco nacional del año pasado. Y es que desplegar tal capacidad de baile, diversión y frescura nadie lo ha conseguido en mucho tiempo por estos lugares. Se ha dicho de ellos por activa y por pasiva que son una mezcla de las guitarras de Franz Ferdinand, el rock bailable de The Faint, el dance-punk de !!! ( Chk, Chk, Chk ) y la energía de The Rapture. A este respecto uno de sus integrantes comenta:
Cuando hicimos nuestro primer tema, "The Ground" allá en 2003, la gente que la escuchaba decía que le recordaba a Camela, por el sonido cutre del sinte. Nada que objetar, Camela también nos gusta.
Cuando hicimos nuestro primer tema, "The Ground" allá en 2003, la gente que la escuchaba decía que le recordaba a Camela, por el sonido cutre del sinte. Nada que objetar, Camela también nos gusta.
En mi opinión hay algo que les diferencia y les hace únicos: su frescura y osadía. Y es que sacar el sintetizador del baúl de los 80 y desempolvarlo para volvernos locos en la pista de baile bajo la bola de espejos discotequera tiene su mérito, digo yo. Canciones como el hitazo y primer single 'Future Sex', 'Sofa', quizá la más gamberra (ojo al ok ok inicial), la más guitarrera 'F.O.M.E.N.A', la más sintética 'Dryness' y la más tecno-pop neoromántico 'Incide' son otros de los cortes más recomendables de este primer larga duración de Mendetz. Tampoco olvidemos ese atrevimiento en forma de `Eleanor Rigby´ (no se cortan ni con los Beatles) a la que saben dar esa vuelta industrial y punkoide o `Beat it´ de su anterior maqueta, otro de los grandes himnos que estos barceloneses hacen como churros. Sí, son ellos, son Mendetz.
Larga vida al Casiopunk!
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