¿Por qué Xoel acepta resignado su destino sin oponer resistencia? ¿Por qué continúa paciente esa línea que ya marcó con Los jóvenes mueres antes de tiempo? ¿Por qué no lucha contra ese destino cada vez más intimista y confortable al que parece estar abocado?
En definitiva, eso es lo que supone su nuevo álbum Fin de un viaje infinito, una prolongación de su anterior trabajo que ya significó un punto de inflexión en su carrera, una ruptura con el pop potente al que nos tenía acostumbrados. A partir de ese mometo emprendió el camino hacia unas melodías cada vez más tranquilas y acomodadas.
En definitiva, eso es lo que supone su nuevo álbum Fin de un viaje infinito, una prolongación de su anterior trabajo que ya significó un punto de inflexión en su carrera, una ruptura con el pop potente al que nos tenía acostumbrados. A partir de ese mometo emprendió el camino hacia unas melodías cada vez más tranquilas y acomodadas.
Echo de menos a Xoel el nihilista, aquel negador imparable que nos hizo vibrar con su Que no (del If things were to go wrong, 2003). Añoro a Xoel el epicúreo, aquel creador de himnos como I'll see you in London o My beautiful thing -con ramalazo funky incluído- (del Not what you had thought, 2001). No puede ser éste el fin de aquel viaje infinito por el pop de alto voltaje.
A pesar de todo, Deluxe sigue siendo Deluxe y mantiene el tipo en canciones de su nuevo álbum como Colillas en el suelo -su primer single-, Gigante -donde Miguel de Maga le echa una mano- o Ver en la oscuridad -qizás la más sobresaliente a nivel de letra-.
A pesar de todo, Deluxe sigue siendo Deluxe y mantiene el tipo en canciones de su nuevo álbum como Colillas en el suelo -su primer single-, Gigante -donde Miguel de Maga le echa una mano- o Ver en la oscuridad -qizás la más sobresaliente a nivel de letra-.
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