El segundo y nuevo disco en solitario de Dave Gahan, Hourglass, salió a la venta el pasado 23 de Octubre. Según Dave, éste es un álbum que busca la espontaneidad, sin tratar de conseguir un sonido perfecto, y con una base más electrónica que su trabajo anterior, Paper Monsters, en el que podían apreciarse influencias bastante más rockeras, tal vez por romper un poco con el sonido más electrónico de Depeche Mode.
Hourglass se caracteriza por ser un álbum oscuro, tanto en sus melodías como en sus letras. De hecho, su primer corte, Saw Something, ya arranca con una auténtica declaración de intenciones: cuando la tormenta hubo pasado, me pregunté cuánto tiempo duraría el cielo sin nubes... Las letras del disco hacen constante referencia a su pasado turbulento, envuelto en drogas y todo tipo de excesos. El sonido acompaña, siendo en casi todo momento hosco y estridente. Sobresalen por encima del rugiente caos la luminosa Saw Something (mi favorita) y la última Down, con su nítida frialdad. Son el alfa y omega de ese universo Gahan de atmósferas enrarecidas y grasientas pero al mismo tiempo hipnóticas y muy seductoras.
Dave y su adicción a las drogas
Ya en 1986, Dave empezó a tener sus primeras experiencias con drogas, problema que se fue agravando particularmente con las giras de 1987-88 Music for the Masses Tour, World Violation Tour de 1990, y sobre todo con el Devotional Tour de 1993 que se alargó hasta 1994 tomando el nombre de Exotic Tour. Todo ello llevó a Gahan a su punto más crítico, en 1995, cuando estuvo al borde de la muerte por un paro cardiaco de dos minutos. Durante el resto de 1995 y el comienzo de 1996 cayó y recayó intermitentemente en las drogas. Posteriormente y coincidiendo con una advertencia de las autoridades norteamericanas de impedirle la entrada a los Estados Unidos si no solucionaba su adicción, comenzó a enmendarse y en 1997 logró superar el problema.
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